La
semana pasada, el humorista Diego Capusotto visitó Santiago del Estero para realizar
un taller sobre producción televisiva. En su estadía en la provincia, el
creador, junto a Pedro Saborido, de “Peter Capusotto y Sus Vídeos”, se hospedó
en Las Termas de Río Hondo. En la ciudad termal, habló con FM 92.5, sobre
música, periodistas, medios de comunicación, y sobre el rol del humor.
Lo mejor que ha dado el rock
nacional en estos últimos años, no fue una banda, un disco o una canción, sino el
programa de televisión “Peter Capusotto y sus Vídeos”. Los artistas que crearon esta obra son el actor y productor Diego
Capusotto y el guionista Pedro Saborido.
Con un humor absurdo y
de bajo presupuesto, desde el año 2006, crearon un producto de gran calidad, que se transmite en la Televisión Pública, y que parodia distintos elementos de la cultura rock.
Como toda gran banda, la
dupla Capusotto-Saborido compuso personajes que ya son clásicos, como “Pomelo”,
“Micky Vainilla”, “Bombita Rodríguez”, y “Violencia Rivas”. Aunque en su séptima
temporada repiten algunas fórmulas, siguen creando nuevas obras.
Si bien el actor Diego
Capusotto ya había mostrado su talento en programas como “Cha Cha Cha” o “Todo
por 2 Pesos”, con este ciclo el artista renovó su vigencia y confirmó que es
uno de los grandes humoristas de la argentina.
La
semana pasada, el interprete visitó Santiago del Estero para realizar un taller
sobre producción televisiva. En su estadía en la provincia, se hospedó en Las Termas
de Río Hondo. Diego es un personaje llamativo, tipo “Bob Patiño” pero en blanco
y negro.
En su encuentro con “La Mañana de Radio Ciuad”, en FM 92.5”, contó que
respeta el folclore, criticó el estilo de algunos periodistas y medios, y sobre
cl contexto político actual consideró que “hoy la lucha ya
no es interna, sino hacer bien las cosas desde adentro, para dejar inertes a
los que se oponen”.
-¿Cuáles
fueron los ejes del taller que brindaron en la provincia?
-Hablamos sobre cómo se
hace la producción del programa, cuáles son nuestras expectativas con lo que
hacemos, y además también intentamos proyectar nuestro propio laburo, para ver
si eso rebotaba en la gente que estaba ahí. Es una manera de compartir experiencias
y que eso le puede servir a alguien que quizás tiene ganas de hacer algo
similar a lo nuestro. Dejar sugerencias. Y que cada quien lo tome o no. Yo sabía
que acá hay mucha gente que ve el programa, que tiene una afinidad con el
mismo, y también vinimos a por eso. La
hemos pasado muy bien.
-Vos
provenís de la cultura rock, pero ¿qué te parece el folclore argentino y el de
Santiago del Estero?
-Sí, no crecí con ese
sonido, pero es una música que empiezo a respetar en grande, porque uno va abriendo
lo perceptivo y empieza a encontrar sonidos interesantes. Y a mi
particularmente me gusta la fusión, hay cosas que se pueden mezclar y quedar
bien. Todo lo que sea un sonido genuino yo lo respeto, independientemente de
que haya escuchado más rock que folclore.
-¿Qué
artistas o bandas de folclor escuchas?
A mi me gustan mucho el
Chango Spasiuk, y me gusta la fusión. Ahora hay un pibe nuevo que hace una
fusión entre lo folclórico y la música electrónica, con cierto vuelo, no el changa
changa para a bailar, y me pareció muy interesante como fusión. Y me parece que
un tipo como Atahualpa es palabra mayor; Peteco, Jaime Dábalos, toda esa gente,
es gente que yo respeto, y que empecé a respetar en grande. Lo mismo me pasa
con el tango, uno se abre a nuevas poéticas, que también están más cerca de
donde vive uno, que la música que viene de tan lejos. De todas maneras para mí
la música no tiene fronteras, la música simplemente te atraviesa o no.
-En
tu programa de Radio “Lucy en el cielo con Capusottos”, tenés personajes o
parodias que no las realizas en tu programa de televisión, ¿es díficil
trasladar estos personajes y parodias radiales a la TV?
-Alguna cosas que
hicimos en la radio, la hicimos en televisión. El padre Piolini, por ejemplo,
lo hicimos primero en radio. Hay algunas que, si se quiere, están estrictamente
cerradas a lo que es la radio, por lo que provocan la voz y la imaginería. En defiinitva, hay
algunas cosas que hacemos en radio que únicamente pertenecen a ese medio,
porque en otro espacio perderían contundencia, pero hay otras cosas que no.
-En
la el bloque radial “Hasta Cuándo”, parodias a algunos periodistas y a algunos
medios de comunicación que plantean que “está todo mal”. ¿Esa es tu opinión
sobre algunos comunicadores y empresas mediáticas?
-Sin ninguna duda, hay
como una puesta en escena bastante obscena cuya finalidad obviamente es política
y denigrar al adversario, de cualquier forma. Y cuando sucede eso, todo se
torna bastante vulgar, como el momento actual. Esa cosa de ver a dónde se puede
taclear y de cualquier manera. Entonces se pierde un poco el eje de la discusión
profunda para convertir todo en una especie de cachivache que mejor no triunfe,
porque generalmente lo que yo veo es que quien se opone, no tiene mucho para ofrecer,
salvo ser los empleados de algún poder económico que les va a dictar lo que
tienen que hacer, y todo va a ser para detrimento de las clases populares. Hay
muchos pseudo demócratas a los que yo no les creo nada. Al gobierno hay que
discutirlo como a cualquier estructura política, pero cuando al frente tenes
tanta orfandad, y tanta ficción mal hecha, a mi me alarma un poco. Entonces me
parece que hoy la lucha ya no es interna, sino hacer bien las cosas desde
adentro, para dejar inertes a los que se oponen.
-En
la actualidad, algunos consideran que el periodismo es militante, el humor
¿puede ser militante?
No, militante de
ninguna estructura. Yo creo que el humor tiene que salir de eso, no hay un
humor que sea estructural a una fuerza política, el humor sobrepasa todo eso. El
humor se ríe de la situación del humano frente al universo, no tiene ninguna
pertenencia partidaria. Sí es político, porque político es decir lo que pasa, pero
no como un apéndice de ninguna estructura partidaria.
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